El respeto al derecho ajeno

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Bastante compleja, incomprensible e inusual la movilización que fue convocada para hoy y mañana por el mismo gobierno nacional, para apoyar las reformas que el Congreso ha demorado en estudiar o negado, principalmente de temas laborales. Situación compleja que nos tiene preocupados a todos por la orientación y nivel de violencia que puedan llegar a alcanzar estas protestas, agravadas por la orden presidencial de limitar la acción de las fuerzas del orden del Estado, que no podrán cumplir sus obligaciones constitucionales de control. Como ha sido costumbre es previsible que se presentarán los tradicionales desbordamientos, afectando comercios y edificaciones vecinas. Lamentablemente las redes sociales, que hoy son consultadas al instante o que agresivamente nos invaden, suelen estar plenas de informaciones falsas o tergiversadas y con intenciones contradictorias, que incrementan la incertidumbre y el caos.

Sobre los alcances reales de lo que pueda pasar con este paro nacional, estamos expectantes, pero lo que debería ser lógico es que los empresarios, comerciantes, operarios, estudiantes y en general todos los ciudadanos que queremos desarrollar normalmente nuestras actividades rutinarias, no seamos agredidos ni afectados. Cabe aquí la frase de Benito Juárez (1806-72), presidente de México (1852-72), expresada como remate de la guerra civil con el fusilamiento del emperador Maximiliano: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.” Es tan grave la violencia que hoy vivimos los colombianos, que no es conveniente incrementarla con estas manifestaciones “oficiales”.

A mi criterio, el control de la violencia y la inseguridad debe ser el primer tema de las campañas políticas del 2026, para debatir propuestas y encaminar nuevamente el país a una mejor atmósfera. Sólo a manera de ejemplo del espíritu pendenciero que vivimos, la semana pasada fue agredido el alcalde de Medellín, supongo que permanece rodeado de numerosos guardaespaldas y un esquema de seguridad riguroso y bien costoso y aun así, un grupo de encapuchados lo insultó, pero en lugar de reflexionar sobre las políticas a tomar para garantizar su propia seguridad y la de los ciudadanos de Medellín, de inmediato culpó al presidente Gustavo Petro de esa agresión, generando aún mayor incertidumbre y polarización

El tema es bastante complejo y pese a que las autoridades hoy están apoyadas por cientos de cámaras de seguridad, que generan información comprobable, la legislación ampara más los derechos de los delincuentes que a los ciudadanos indefensos, generando una situación muy grave y es el derecho que siente el ciudadano de realizar justicia por sus propias manos, o a rechazar cualquier llamado de atención de la autoridad, como si ella fuese un inaceptable atropello, situaciones que se dan aun cuando la autoridad entra a defendernos.

Antonio José Díaz Ardila