Nuestro Santander está conformado por 7 provincias. Cada una de ellas cuenta con numerosas fortalezas. La provincia Yariguíes (Barranca) produce petróleo, gas y palma; Guanentá (San Gil) y Comuneros (Socorro) ofrecen turismo histórico-religioso y de aventura, y café de alta calidad; García Rovira (Málaga), cuenta con gran riqueza hídrica, páramos y turismo de naturaleza; la Metropolitana (Bucaramanga) ofrece servicios de educación y salud de primer nivel y desarrollo industrial del calzado y la joyería; Soto Norte (Matanza), tiene minería tradicional, riqueza hídrica y producción agrícola. A nivel nacional, somos los primeros productores de huevo, con un sector avícola líder y las más importantes firmas de construcción de vivienda en Colombia. En fin, somos la cuarta economía del país.
Lo expuesto, para recordarle al presidente que también somos Colombia y de que a pesar de tener todas esas fortalezas y además gente berraca, con un enorme deseo de salir adelante, nuestra tierra tiene una gran debilidad: la infraestructura vial nacional (1350 kilómetros de los cuales 450 no tienen pavimento y 900 están en regular y mal estado), que tiene un atraso, con respecto a otros departamentos, superior a 20 años.
¿Y por qué este reclamo a Petro? Porque en el último Conpes, en el que se presentó el primer programa de infraestructura vial de este gobierno denominado “Vías para la paz” y cuyo valor asciende a $15 billones, por orden presidencial Santander quedó ninguneado, le asignaron míseros $2.000 millones, para rehabilitar un puente cerca de Barbosa. Las obras viales que actualmente se ejecutan en Santander corresponden a vigencias futuras de los gobiernos de Uribe, Santos y Duque.
Entre Bucaramanga y límites con Boyacá hay cinco peajes (Moniquirá, Barbosa, Oiba, Curití y Pescadero) que recaudan $100 mil millones de pesos/año, de los cuales en Santander se invierten máximo $20 mil millones. Pregunto: ¿De qué sirve tener un santandereano (John Jairo González) encargado de la dirección de Invías? ¿De qué sirve recaudar cien mil millones? ¿En qué quedaron las promesas de Petro en Málaga cuando manifestó que invertiría en Curos-Málaga $310 mil millones? ¿Para qué sirven los senadores petristas Gustavo Moreno (vinculado al escándalo de la Unidad de Víctimas) y el liberal Jaime Durán Barrera? ¿Con qué autoridad moral saldrán a pedir votos?
ESTAMOS ESTIGMATIZADOS. Petro, en cuyo ADN vive la venganza, no perdona que no votáramos por él y que tengamos el gobernador Juvenal y el exalcalde Jaime Andrés que no se le han arrodillado. Olvida Petro que en juego largo hay desquite y que los santandereanos lo tendremos en las próximas elecciones. Además, ignora que en nuestro himno cantamos: “Somos una raza que lucha y sueña en la conquista del porvenir” y “Porque llevamos en nuestra sangre la libertad”.
Santandereanos, sacudámonos…QUEDAMOS EXPECTANTES.
Alberto Montoya Puyana
